Hay veces que repetimos tanto una misma palabra que nos resulta monótona y carente de significado. Para mí el "éxito" hoy por hoy, es una de esas palabras que ya no significa nada.
Odio el sistema educativo, la selectividad, las asignaturas, las ciencias, las letras, el arte y su historia. Lo odio. Odio que siempre se me escape lo que quiero porque haya un montón de reformas que conducen a más bien poco. ¡Es mi futuro, hijos de puta! ¡Dejadme disfrutar de él!

Parece ser que se me van cortando las salidas y, la única opción viable hoy por hoy es Traducción. Criminología queda descartado y entrar a Psicología puede catalogarse como un milagro. La verdad es que me gustan los idiomas, escribir en inglés, ayudar a los demás con los fallos, entender cuando hablan lenguas extranjeras... pero no para dedicarme a ello toda una vida

Yo quiero tener una consulta y atender a gente con problemas, intentar ver qué es lo que les oprime o lo que falla y ayudarles a conseguir superarlo. Hacer que alguien depresivo pueda volver a sonreír o que un adolescente que no sabe qué busca, qué quiere o por qué se siente como se siente, encuentre una explicación a la amalgama de sentimientos que deben estar en su organismo. Quiero ayudar a esa gente que recibe malas noticias o, simplemente, estar ahí para personas que han perdido el rumbo de su vida.

Eso es lo que quiero hacer.

Eso es lo que no puedo hacer

Eso es lo que me han quitado

Eso es la desventaja de ser "pobre" y no poder enchufarme en la universidad privada (Aunque me pese porque ODIARÍA tener que recurrir a ese tipo de universidades)


Me encanta la nueva selectividad. Me encanta. Me encanta este país, este sistema educativo y esos cambios que hacen avisando con tanta antelación. Me encanta


Sara Scripsit