Hoy ha tenido lugar el primer examen del curso: Psicología. La verdad es que ha salido un poco peor de lo que me esperaba, pero tampoco me puedo quejar. El resultado: un nueve. La culpa del punto menos: dos frases confusas en las que, teniendo el cincuenta por ciento de probabilidades de aceptar, he fallado. Pero bueno, no importa. Esperemos que el gran trabajo que haré con el diario de clase me suba ese puntito que necesito para convertirlo en un diez

Y mira que ayer me dijeron que era muy exigente conmigo misma, pero yo soy una mujer fiel a mis costumbres. No me puedo poner ahora a dar saltos de felicidad con ¡Oh, sí! ¡Yuju, un nueve! ¡Porque no! En Psicología tengo que sacar dieces, punto. Que, se supone, tiene que ser la profesión que ejerza el día de mañana. No me puedo permitir flaquear en esta asignatura

Al margen de esta bronca personal un tanto pública, no tengo mucho que decir. La verdad es que tengo un cansancio en el cuerpo que no es ni normal y seguro que esta tarde acabo echando la rabadilla en el gimnasio, pero no importa. Mira que sigo las indicaciones de los médicos, dormir ocho horas, llevar una dieta equilibrada y etc, pero que no hay manera. Al menos, mis ojeras, están desapareciendo un poco
Alguien se preguntará ¿Y cómo puedes tener ojeras en verano? Y yo responderé: Buena pregunta

¡Cosa realmente importante a comentar! Entiendo el análisis morfológico. Parecía imposible la semana pasada, pero no, el morfema cero ya no tiene misterios para mí. Si es que, parece mentira pero, poco a poco, (MUY poco a poco) la cosa va avanzando

Y, para que no se diga, culmino esta entrada con la pregunta "filosófica" que condujo al debate de ayer. El amor ¿Está en el ser amado o en quien ama?

Ahí, es na'

Sara scripsit