El futuro.

Hay veces que el futuro se ve muy negro, tan oscuro que da mucho miedo enfrentrarse a él; incluso temes dar un paso en falso y acabar con todo lo que has forjado en años.
Este tiempo tan lejano se nos asemeja ya forjado para muchos de nosotros. Está cargado de espectativas; expectativas nuestras, expectativas de la gente que nos rodea puestas en nosotros, buscar conseguir todo por lo que estás luchando ahora, el posible fracaso... En definitiva, estamos edificando demasiado pronto un tiempo que aún no existe

Siendo sinceros, la palabra "futuro" en algún momento nos ha dado miedo a todos ¿Y todo por qué? Porque nos falta seguridad en nosotros mismos. Si no tenemos confianza en nuestro presente ¿Quién nos dice que, a la larga, podremos conseguir nuestras metas, nuestros sueños, todo lo que deseamos? Eso que hemos edificado años atrás.

La verdad es que, por mucho que nos pese, el futuro es efímero e inseguro. Cualquier detalle o accidente nos lo puede arrebatar, de un plumazo. ¿Y qué haces con todo aquello? ¿Con todos los miedos, los nervios y las inseguridades que has sufrido para lograr planear un futuro lejano con el único pensamiento de "Es por mi futuro"? ¡No! Puedes echarle guiños al futuro, sí, pero tienes que mantener tu vista primero en el presente. El tiempo que estamos viviendo hoy, los minutos que estás sintiendo ahora no van a volver nunca más. No te dejes conducir hacia un tiempo aún incierto y desperdicies todo lo que tienes ahora, porque no va a regresar a por ti

En lo referente a superar las inseguridades que nos despierta el futuro, lamentablemente, es una batalla en la que estás prácticamente solo. Todo el mundo te puede decir que sabe que lo vas a lograr, que te calmes, que es cuestión de tiempo. Tú, como tienes ansia por debatirlo todo, piensas que, precisamente, tiempo es lo que te falta. Otros te hacen ver que, en realidad, te estás haciendo ver que tienes más horas de las que realmente necesitas. Tú, que vuelves a tener ansia por debatirlo todo, les contradices y así, una espiral interminable que sólo es contraproducente.

Hasta que te das cuenta de que la decisión está, única y exclusivamente en ti. Mejor dicho, en conocerte a ti, valga la redundancia. Tú eres el único que, muy en el fondo, pese a que tu cabeza o tus sentimientos sean un verdadero caos, sabe realmente quién eres y qué puedes conseguir; que tus metas no son tan imposibles de lograr.

¿Que el camino es difícil? De acuerdo. ¿Que muchas veces vas a querer tirar la toalla? Vale ¿Que te van a poder los nervios? Seguro ¿Que algunos días vas a querer estar solo? Conforme

Pero, al margen de todas las dificultades, en tu fuero interno sabes que vas a poder con ello. Porque quizá no esperes conseguirlo pero, siempre, debes intentarlo.


Sara. 8 de octubre de 2010

posted under |

0 calificaciones:

Publicar un comentario

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio

Recent Comments