¡Me cago en todos los salidos del mundo! He dicho.

No es normal que ya una no pueda ir tranquila ni en metro sin que tres neanderthales intenten sacarla fotos con el móvil o se agachen hasta límites insospechados para intentar mirar si los leggins en realidad son un tipo de media que sólo llega hasta el muslo. ¡De verdad, moríos! Eso sí el "arrivedere" que nos habéis dedicado a mi madre y a mí cuando nos bajábamos del vagón ya ha sido el acabose. Y no, no soy racista, pero a esos tres había que deportarlos. Sin dudarlo un segundo. Cabrones. Yo que estaba mirando tan tranquilamente al chico guapísimo que ha entrado leyendo un libro. ¡Eso sí era un hombre y no vosotros, intento de aborto!

Pero, al margen de la gente con poco cerebro, recalcar que el diez en psicología me ha alegrado el día. Eso sí, ese sobresaliente no quita que tenga un miedo terrible al examen de filosofía de mañana. Mira que no me gusta que sea tipo test...

Y, finalmente, un saludo al cani que ha intentado lanzarse sobre el guarda de seguridad del Pull and Bear porque "Le ha mirado mientras se probaba una chaqueta". Increíble que haya tenido incluso que venir la policía.
¡Ah! Llamada urgente a los diseñadores: Vale que las sudaderas de mujer las creéis estrechitas para que se marquen las curvas, pero ¿Por qué hacéis lo mismo que las de hombre? ¿Para eso me compro yo una sudadera de chico, para que me quede igual que una del Bershka con la imagen de Minnie? ¡HAY MUJERES QUE QUEREMOS ROPA ANCHA! He dicho.


Esctrito por Sara el 26 de octubre de 2010.